La gestión de las caletas de pescadores artesanales es reflejo tanto de sus capacidades internas, sus características culturales y sociales y territoriales de los espacios a intervenir, junto con el desarrollo de iniciativas que den el protagonismo de la gestión a los propios pescadores y sus organizaciones; estimamos que la adopción de tecnologías no sólo debiera estar dirigida a la mejora de procesos de acuicultura de pequeña escala sino que también a propender un cambio en las prácticas de los pescadores de la mano de adopción de nuevas formas de gestión y manejo de sus recursos. La presente propuesta sigue la línea del proyecto previo, "Chile Litoral 2025: Modelo de Gestión de Asentamientos de Pescadores Artesanales", ejecutado entre 2010 y 2014, iniciativa que tuvo por objetivo generar un Modelo de Gestión Territorial que incorporara la actividad pesquera extractiva, acuicultura y nuevas actividades con potencial económico considerando las dinámicas de uso y apropiación diferenciada del ambiente por parte de actores relevantes. El proyecto previo partió de la idea de elaborar un modelo social y territorialmente pertinente, para lo cual las caletas de pescadores artesanales fueron reconocidas como unidades territoriales en las cuales confluyen relaciones de encuentro y desencuentro entre factores pragmáticos (económicos, tecnológicos, productivos) y cognoscitivos (distintas racionalidades que entran en juego).   La participación actuaría como una fuerza impulsora de cambio en este eslabonamiento entre extensión, difusión y transferencia tecnológica, cuya fuerza entrópica reordena los elementos del sistema haciendo emerger una nueva estructura, ya no eslabonada sino más bien sinérgica en donde los tres procesos debieran darse bajo un contexto único, no como iniciativas separadas. La transición socio-tecnológica plantea el ir del pescador desde una toma de decisiones basada principalmente en los conocimientos locales, la interpretación y decodificación de las variables naturales, hacia la toma de decisiones basada en el uso y manejo de herramientas tecnológicas que le permiten una retroalimentación a partir de la información expresada por esta, pudiendo retrazar sus estrategias de extracción y venta.

La innovación, en sus múltiples niveles, sería una fuente importante de cambios o transiciones hacia ciclos permanentes de cambio, con los actores reaccionando a nuevas posibilidades económicas (Schumpeter, 1964, citado en Geels y Kemp, 2007); en este sentido, la transición socio-tecnológica iría ligada a un cambio de mentalidad en los pescadores artesanales en donde la tecnología modificaría la manera en que estos se desenvuelven y relacionan con los recursos hidrobiológicos permitiéndoles prospectar, modelar, trazar y re-trazar trayectorias posibles en cuanto al aprovechamiento de los recursos modificando sus acciones a corto plazo para cambiar sus beneficios a mediano y largo plazo; un traslado del actuar de los pescadores basado en modelos cognitivos experienciales (Saberes) hacia modelos prospectivos socio-tecnológicos (Modelos); este cambio en el saber hacer modificaría el ser de los pescadores artesanales, de ser cazadores-recolectores a selectivos ordenadores (de prioridades según sus metas a través de estrategias). Un resultado central de la noción de transición sociotecnológica es la generación de nuevo conocimiento; bajo esta premisa se plantea lo expuesto por Guzmán Peña (2011) quien reconoce dos grandes grupos de procesos en cuanto a la generación de este conocimiento, esto es (1) procesos de producción y productividad del conocimiento, enfocados en el acopio y la transformación de conocimiento en innovaciones y (2) procesos de aprendizaje territorial, los que se centran en la conformación del entorno y del ecosistema de conocimiento y en la ampliación de las posibilidades territoriales para la innovación. Se plantea que un proceso de transición socio-tecnológica debe darse en el contexto de un proceso de aprendizaje territorial, puesto que se busca dejar atrás la noción de instancias de transferencia tecnológica a través de la conformación de contextos. La generación de este nuevo conocimiento permitiría, además, el reconocimiento o revelamiento de las bases culturales para la transición sociotecnológica, lo cual supondría una mejor gestión del litoral.

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